martes, 5 de abril de 2011

Reconectan los reactores a la red eléctrica para restaurar los sistemas de refrigeración

Sábado | 19 de marzo de 2011 | actualizado 10:01

Reconectan los reactores a la red eléctrica para restaurar los sistemas de refrigeración

Analizan la posibilidad de enterrar la planta; detectan niveles de radiactividad en agua y alimentos; un sismo de 6,1 de magnitud se registró en el norte de Japón


TOKIO.- Los operarios que trabajan para evitar un desastre nuclear en la planta japonesa de Fukushima, ubicada en el noreste de Japón, consiguieron reconectar hoy los reactores a la red eléctrica, en un intento de restaurar los sistemas de refrigeración.
Se espera que mañana domingo la electricidad llegue a los reactores 1 y 2, según informó la agencia de noticias Jiji, citando a la Comisión de Seguridad Nacional.
La empresa operadora de la planta, Tepco, advirtió que incluso después de restaurar el suministro eléctrico aún llevará un tiempo volver a poner en funcionamiento los sistemas de refrigeración, ya que será necesario realizar pruebas en los equipamientos de las planta, que resultó gravemente afectada durante el terremoto de hace una semana.
Trabajando dentro de la zona de evacuación de 20 kilómetros en torno a Fukushima, cerca de 300 ingenieros lograron hacer funcionar un segundo generador diésel del reactor número 6 después de las 4.00 a.m., dijo la agencia de seguridad nuclear.
Ellos luego utilizaron esa energía para reiniciar las bombas de enfriamiento en el reactor número 5. El reactor número 6 consigue su electricidad de un segundo generador diésel.
"Tepco ha conectado la línea de transmisión externa con el punto receptor de la planta y confirmó que puede suministrar electricidad", dijo el operador de la planta, Tokyo Electric Power Co (Tepco) , en un comunicado.
Además, los operarios realizaron orificios en las cubiertas de los reactores 5 y 6 para evitar explosiones, según informó hoy el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) en su página web.
Con esta medida se pretende evitar concentraciones de hidrógeno que puedan provocar explosiones, como ocurrió en otros reactores de la central.
La situación en estos dos reactores se consideraba ya estable. Las vasijas de elementos combustibles usados de estos dos bloques se están refrigerando con la electricidad procedente de los generadores diesel del reactor 6.
Cerca de 1,5 kilómetros de cable se están extendiendo antes de que los ingenieros intenten encender las bombas de enfriamiento en el reactor número 2, seguido por los números 1, 3 y 4 este fin de semana, dijeron funcionarios de la compañía.
"Si ellos tienen éxito en lograr que la infraestructura de enfriamiento funcione, eso será un paso significativo hacia el conseguir la estabilidad", dijo Eric Moore, un experto en energía nuclear del grupo FocalPoint Consulting Group con base en Estados Unidos.
Si eso falla, una opción es cubrir la extensa planta de 40 años con arena y concreto para evitar una liberación catastrófica de radiación. El método fue utilizado en el reactor de Chernóbil en 1986, escenario del peor desastre de un reactor nuclear en el mundo.
Subrayando la desesperación de las autoridades, camiones de bomberos lanzaron agua durante la noche en una burda estrategia para enfriar el reactor número 3, considerado el más grave debido a que utiliza óxidos mezclados, o mox, los que contienen tanto uranio como el altamente tóxico plutonio.
Japón ha elevado el índice de gravedad de la crisis nuclear desde 4 a 5 en la escala internacional INES de siete niveles, lo que iguala al accidente de Three Miles Islanda en Pensilvania, Estados Unidos, en 1979.
Algunos expertos dicen que es mucho más grave. Chernóbil, en Ucrania, alcanzó el nivel 7 de la escala.
"Estamos en una situación de crisis que pone a prueba a nuestro pueblo. Japón se reconstruyó milagrosamente después de la Segunda Guerra. Con la fuerza de todos reconstruiremos nuevamente el país", dijo ayer el primer ministro, Naoto Kan.
Réplica. En medio de las intensas tareas para refrigerar los reactores dañados de la central de Fukushima I, un sismo de 6, 1 de magnitud se registró en la prefectura de Ibaraki, en el norte de Japón.
El epicentro marítimo de este movimiento sísmico se encuentra a unos 142 kilómetros al norte de Tokio y 98 al sur de la prefectura de Fukushima, donde se encuentra la planta nuclear dañada por el terremoto de magnitud 9,0 que hace una semana asoló Japón.
Por el momento, no había amenaza inmediata de tsunami y tampoco reportes inmediatos sobre heridos o daños, indicó NHK.
Japón se ha visto afectado por centenares de réplicas desde el terremoto de magnitud 9 y el tsunami posterior que arrasaron la costa norte del país el 11 de marzo y desataron una crisis nuclear.
Por otra parte, un grupo de ingenieros conectaban hoy un cable eléctrico al exterior de una planta nuclear dañada por el devastador terremoto en Japón, en un desesperado intento por activar las bombas de agua que enfrían las recalentadas barras de combustible y evitar la propagación de radiación letal.
Radiactividad en alimentos y agua. El gobierno nipón detectó niveles de radiactividad más alto de lo normal en leche y espinacas en las prefecturas de Fukushima y de Ibaraki, cercanas a la planta nuclear afectada por el devastador sismo y terremoto. También se detectó en el agua de Tokyo.
"Se ha detectado un nivel de radiactividad que excede el límite legal en Japón en una muestra de leche tomada en la prefectura de Fukushima y en seis muestras de espinacas de la prefectura de Ibaraki", explicó el jefe de Gabinete, Yukio Edano, aunque remarcó que estos niveles no son dañinos para la salud.
Aumenta la cifra de muertos. El número de muertos por el terremoto y posterior tsunami en Japón aumentó hasta las 7.197 personas hoy, mientras los desaparecidos se sitúan en 10.905, según el último recuento de la policía.
Los muertos y desaparecidos del devastador terremoto que afectó la región de Tohoku y el tsunami que arrasó la costa noreste de Japón superan ya las 18.000 personas, lo que lo convierten en el peor desastre natural de posguerra de Japón.
Las esperanzas de hallar más supervivientes se han reducido al mínimo, debido al tiempo transcurrido desde el sismo y a que provincias como Iwate, donde hay 4.253 desaparecidos, han sufrido una ola de frío y nieve.
Ahora los esfuerzos de asistencia se centran en procurar un techo a los supervivientes que han perdido sus casas, entre ellos los 387.000 evacuados que aún permanecen en los 2.200 refugios habilitados por las autoridades.

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