Sábado | 26.03.2011 Actualizado: 04:04
Admiten una situación "imprevisible"
Temen una posible avería en el contenedor de las barras de combustible del reactor número 3
TOKIO.- La situación en la central nuclear de Fukushima sigue siendo "imprevisible", admitió ayer el primer ministro japonés, Naoto Kan, tras señalarse una posible rotura en el contenedor de las barras de combustible del reactor número 3.
Kan reconoció ayer que la situación en la accidentada planta nuclear de Fukushima (noreste) sigue siendo "imprevisible". "Estamos actuando para impedir que la situación empeore. Necesitamos seguir siendo sumamente vigilantes".
"Trabajadores de TEPCO (la empresa operadora), de las Fuerzas de Defensa Civil, de la policía y los bomberos de Tokio y Osaka y otras áreas están arriesgando sus vidas" en la batalla para controlar la situación en Fukushima, dijo el primer ministro.
Según el operador Tokyo Electric Power (TEPCO), la vasija del reactor 3 de la central nuclear de Fukushima, que contiene las barras de combustible, podría estar dañada.
"Es posible que el contenedor de las barras de combustible en el reactor esté averiada", declaró un responsable de TEPCO.
"Substancias radiactivas se dispersaron lejos del reactor", indicó, por su parte Hideyuki Nishiyama, portavoz de la Agencia japonesa de Seguridad Nuclear.
UN MES DE TRABAJO
Las operaciones de enfriamiento de los reactores de Fukushima podrían durar al menos un mes más, informó TEPCO. "Todavía estamos evaluando los daños en la central y no podemos fijar la fecha en que funcionarán los equipos de refrigeración. Podría llevar aún más de un mes, quién sabe", declaró a un portavoz.
La Agencia japonesa de Seguridad Nuclear anunció por otra parte que no descarta la posibilidad de subir el nivel de gravedad del accidente de Fukushima, actualmente 5 en escala de 0 a 7. Las operaciones para reactivar los sistemas de enfriamiento fueron suspendidas parcialmente tras la irradiación anunciada ayer de tres empleados que trabajaban en un edificio donde se encuentra la turbina, distinto del edificio del reactor 3, añadió el portavoz.
Escapes radiactivos continuaban en los cuatro reactores más seriamente averiados, alimentando el temor de una contaminación de la cadena alimentaria y del agua en la región de Tokio, donde viven 35 millones de personas, e inclusive en el extranjero. La venta de algunas legumbres verdes y de leche cruda en al menos cuatro de las gobernaciones situadas en los alrededores de la central de Fukushima ha sido prohibida, mientras que el agua corriente ha sido considerada peligrosa para los niños pequeños en una docena de localidades.
El ministerio de Salud ha reforzado igualmente los controles sobre los peces y mariscos pescados en cercanías de la central.
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